EQUILIBRIO EN LAS ALTURAS.
- Santiago Lombana
- 20 nov 2017
- 7 Min. de lectura
Son los 7:00 de la mañana del sábado 4 de noviembre del 2017, abro mis ojos y veo las montañas rodeadas de nubes; el clima frio por la lluvia que moja los árboles, las avenidas, los carros y los transeúntes. Al ver este panorama, una pequeña preocupación me invade el cuerpo, el sábado pintaba gris y yo tenía un cita en el parque nacional, una cita con el deporte y el equilibrio, una cita con el “Slakline”.
Mientras me dirigía al Parque Nacional observaba como la lluvia bañaba toda la capital, en el recorrido saque mi cuaderno de notas y comencé a repasar todo lo que sabía hasta ahora del Slakline; el deporte nació en, California (Estados Unidos), allí, los escaladores del Valle de Yosemite vieron nacer el “Slikeline”, un deporte de equilibrio que consiste en amarrar una cinta a dos puntos fijos y tensarla; dentro de esta disciplina podemos observar como la dificulta varía según la altura y la distancia de recorrido que el deportista se proponga hacer, las posibilidades que tienen los deportistas encima de la cuerda son varias, entre ellas podemos encontrar los saltos o flips e incluso posturas de yoga y acrobacias las cuales requieren de fuerza y equilibrio en los pies.
En la mitad del recorrido pare el repaso, el mareo que genera leer mientras un vehículo esta en movimiento se apoderaba de mi pero el frio del sereno refrescaba un poco mi malestar, todo esto me dirija a una pregunta, ¿cómo vamos hacer deporte con este clima?, aunque, en realidad, para este deporte el clima no es del todo un impedimento ya que se puede practicar en distintos lugares, como bosques, cañones con vacíos o en la misma dureza del concreto de la ciudad, todo depende del tipo de Slakline que se quiera practicar, el deporte cuneta con 5 categorías:
Trickline, Esta modalidad es la más popular de todas, consiste en ubicar la cuerda a pocos metros del suelo y en ella se pueden hacer trucos o saltos de destreza, esta modalidad es practicada con una cinta de 50 centímetros.
Waterline, Esta modalidad es posible realizarla con cintas anchas de 50 centímetros o más delgadas, la única diferencia con el Trikline es que esta modalidad funciona sobre el agua.
Longline, El Longline utiliza una cinta de más de 40 centímetros de largo y 25 metros de grosor, el objetivo de esta modalidad es cruzar de un lado al otro efectuando distintas posturas de equilibrio.
Highline, Sin duda alguna el higline es la modalidad más extrema y peligrosa dentro del Slakline, esta modalidad consiste en ubicar las cintas a más de 20 metro de altura, para la práctica de esta modalidad de necesita un equipo especial, el cual se conforma de Poleas, backup, bananas linegrip, un punto de encaje y slingas grilletes, en ocasiones los deportistas amarran una cuerda de la cintura al slikline pero en otros casos los deportistas practican esta modalidad sin ningún tipo de protección.
Yoga slakline, El Yoga slakline es la modalidad que mas requiere de concentración ya que el objetivo es lograr realizar las posturas del yoga mientras se hace equilibrio.
Después de dos horas de trayecto por fin estaba en el Parque Nacional, en seguida de repasar mis apuntes me sentía listo para todo, a pesar que el clima no era el mejor, a la 1:15 me reuní con Ricardo Esteban Pabón, un joven estudiante de ingeniería química de la Universidad de Los Andes, además de su vida académica. Ricardo practica “escalada” y “Slakline”, junto con el venia Alejandra Orjuela, una joven amiga de Ricardo que al igual que yo venía en busca de un sábado de deporte.
Mientras esperábamos que escampara un poco, le pregunte a Ricardo por sus inicios en el Slakline y en su pasión por el deporte; de entrada su respuesta me creó ganas de comenzar en seguida a intentarlo. Para Ricardo, el Slakline, no solo es un deporte, también es un estilo de vida, un escape de la realidad que en muchas ocasiones puede ser bastante cruel; “es como caminar en el aire”, ¿cómo caminar en el aire?, esas palabras fueron suficientes para convencernos por completo que a pesar que la lluvia no mermara era momento de alistar todo y comenzar con la diversión.
Como nos encontrábamos en el Parque Nacional, rodeados de árboles, lo primero que había que entender era que practicaríamos, Slakline, es decir, alturas no tan elevadas, distancias cortas y más énfasis en el equilibrio, la concentración y la relajación. Lo primero, al practicar el Slakline es buscar el terreno adecuado, en mi caso, buscamos dos árboles fuertes ubicados uno en frente del otro que nos garantizara que la cuerda quedaría completamente tensada, en el Parque Nacional no es difícil encontrar un lugar que cumpla con estas características, sin embargo, la inseguridad en parque genera que no sea fácil ir a cualquier sitio y menos cuando un equipo básico cuesta alrededor de quinientos mil pesos, por esta razón decidimos ubicarnos unos metros arriba de la Universidad Javeriana, allí encontramos un espacio perfecto para ubicar el Slakline.
Para no maltratar los arboles primero se amarran unas vendas al tronco de los árboles, sobre estas vendas se amarra una cinta de extremo a extremo y después se tensiona según el gusto o nivel de dificultad que el deportista desee. Después de acomodar el Slakline, lo siguiente es calentar y estirar lo cual fue bastante difícil porque la lluvia no había parado ni un minuto pero aun así logramos entrar en calor y ya con esto todo estaba listo.
El primero en subirse fue Ricardo, en realidad a simple vista se veía bastante sencillo, mientras la persona avanza, puedes observar las concentración que le pide lo que está haciendo, la mirada fija en un punto y los pies avanzan cautelosamente al objetivo que traza su vista, después era el turno de Alejandra, sorprendentemente a pesar de no tener mucha experiencia, se subió a la cinta y comenzó a dominar el equilibrio, cuando de repente su pie izquierdo resbala puedo observar cono cae en cámara lenta, su cara se dirige directo al suelo y de repente, su estómago choca primero con la cinta y se salva de un golpe que no tenía un buen futuro, después de ese susto me arme de valor y decidí intentarlo.
Los dedos de mis pies se sentían congelados, la brisa fría quemaba mi rostros y la lluvia me empapaba cada vez más, antes de subirme Ricardo me dio unas recomendaciones para comenzar con el deporte, lo primero es mantener la calma, lo segundo es enfocar un punto fijo y no dejar de verlo, después apoyas el pie en el que tengas más fuerza y listo, te impulsas hacia arriba buscas una estabilidad y estás listo para continuar, al escuchar las recomendaciones me sentía listo pero la realidad sería muy distinta, al intentar subirme me di cuenta que no se trataba de un juego, realmente era algo difícil.
El “Slakline” es un deporte que evidencia varias cosas, en primera medida te exige concentración, si eres una persona dispersa seguramente será más difícil aprender en un principio ya que es muy importante las concentración y la conciencia que se tenga del cuerpo, del objetico y de la cinta, a pesar que esto signifique un problema después de unos meses de entrenamiento, el deporte desarrolla habilidades que ayudan a sostener por más tiempo la concentración, en segunda medida el deporte exige un nivel de equilibrio que solo te lo da la tranquilidad y cierto grado de motricidad, estos dos factores son elementos que exige y potencia este deporte y yo poco tengo de ambos.
Después de hora y media de entrenamiento la lluvia comenzó a empeorar, las zapatos empapados dificultaban todo y después de un tiempo de intentarlo descalzos la lluvia, el frio y la humedad ya se hacían sentir. Yo seguí sin lograrlo, en realidad no lo logre pero el reto quedo plantado, el deporte te ofrece la oportunidad de superarte a ti mismo y potenciar muchas habilidades, Ricardo me comentaba que el Slaklie complementa otro deportes como la escalada, el skate, las gimnasia ya que son deportes que requieren de equilibrio y concentración pero para Alejandra el slakline también le ha ayudado en su diario vivir, ella nos cuenta que para las personas distraídas y torpes al caminar, como muchos de nosotros, el deporte es ideal para aprender a moverse dentro de la ciudad y concentrarse más en cualquier otro aspecto de su vida.
Después de que la lluvia nos amedrentara, recogimos todo, Ricardo se despidió de mí, nos invitó a un próximo entrenamiento y con una sonrisa se marchó, así que yo hice lo mismo. Empapado en el Transmilenio pensaba en varias cosas que me había dejado esta experiencia, primero en la mojada que me pegue para poder practicar el deporte, fuera de la ropa oliendo a mojado y el inevitable frio, es una realidad que Bogotá y en general el país completo no cuenta con espacios óptimos para la práctica de este deporte, a pesar que el Sklakline tenga la tradición de hacerse en espacios abiertos y naturales si llueve todo se arruina, cuando hay lluvias fuertes es imposible practicar el deporte y en muchas ocasiones puede volverse peligroso, que el estado no invierta en estos deportes es un problemática que lleva muchos años y nunca se soluciona, a pesar que el deporte ya cuenta con torneos y escuelas organizadas el estado voltea la mirada y sigue invirtiendo su dinero en canchas de microfútbol que en ocasiones se vuelven expendios de droga y no espacios de deporte.
Fuera de los anteriores inconvenientes, Ricardo tenía razón, cuando practicas Slakline te olvidas del mundo y los problemas que lo rodean, al exigir el 100% de tu concentración genera que lo demás desaparezca por el tiempo en el que eres tú y el Slakline, el equilibrio, la tranquilidad, la concentración son habilidades que desarrolla el deporte, habilidades que no solo te ayudan a mejorar tus habilidades en el deporte si no es tu vida en general. Un Sábado, un Domingo o cualquier otro día es perfecto para practicar este deporte, cada día coge más fuerza dentro de la sociedad deportista colombiana y por este motivo el estado debería invertir en este tipo de deportes alternativos que a la final poco a poco se inmergen en la sociedad Colombiana.
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